Hasta ahora, hemos hablado de la gestión de color en pantalla. Ahora vamos a hablar de dos aspectos complementarios pero no iguales: La impresión y la exportación de documentos para imprenta, pantalla y dispositivos móviles.

Para poder tener una salida impresa en la que exista una verdadera gestión del color debemos tener una impresora calibrada, del mismo modo que para ver en pantalla correctamente necesitábamos calibrar el monitor. Si la calibración de monitores está todavía poco extendida, la de impresoras o aparatos de impresión es aún menos usual entre usarios que no sean empresas de impresión.